domingo, 8 de junio de 2014

Miércoles 21 de mayo.

Hoy es como una escena de alguna película vieja. Las gotas empapan el vidrio y el colectivo repleto de gente, un centímetro de espacio para cada uno, nada más.

 Mis ideas no fluyen rápidamente, pero tengo ganas de escribir, de evitar pensar en el parcial que tengo en menos de una hora, de matemática, y estoy un poco en el horno. Pero dejo de pensar en eso, mientras suena en mis auriculares Cultura Profética y casi que me pongo a bailar arriba del colectivo. Muchos recuerdos me traen estas canciones, estos días lluviosos y este sentimiento que estoy sintiendo.
Tenía muy en claro que lo nuestro no iba a durar más que el verano, menos de 3 meses, hasta empezar con nuestros proyectos nuevos, hasta dejar de sentirnos ganas. Es feo decirlo así, pero ahora me doy cuenta que es así. Amor nunca hubo, un poco de cariño si, pero amistad y ahi nomás. No me quejo, al instante en que terminó te extrañé, te quise en mis brazos de nuevo, pero nunca íbamos a coincidir, ni tampoco a compatibilizar. Te quise, te quiero aún. Pero sólo sos un lindo recuerdo.
A veces no salen las ideas rápidamente, hay que rebuscarnos porque salga bien, que se entienda y que quede lindo.
Esa es la función del diseñador, y del escritor y actor, y muchos artistas más.

¡Me encanta sentir que esta profesión es la mía!